miércoles, 11 de marzo de 2015

GENTE BONARIEGA 2.011.






                                  
           Esta vez le toca presidir esta página a un bonarense, como diría él, que ha dedicado muchísimos años de su vida a este pueblo como Alcalde, desde la primera Corporación Democrática hasta la anterior a la pasada, yéndose voluntariamente unos meses antes de terminarla, ya un poco cansado, después de haber realizado su labor a corto y largo plazo con eficacia, como demuestran los muchos logros conseguidos. Se podrá coincidir ideológicamente con él o se podrá discrepar, pero las gentes serias reconocen su honradez personal, su responsabilidad,  su tesón, constancia y su capacidad de trabajo, así como su continuo aprendizaje en la universidad de la vida.

            Recientemente ha escrito un libro sobre la  tragedia de la guerra civil de 1936 en nuestro pueblo, del que poseo un ejemplar dedicado.          

            He esperado a que pase el tiempo en que ha estado en activo y a su renuncia al cargo, para hacerlo protagonista de este apartado y así poner en evidencia la independencia del mismo, sin interferencias políticas,  municipales o de otra índole y más ahora que mi etapa de Juez de Paz del municipio desde hace 21 años, tocó a su fin. Me estoy refiriendo, como ustedes ya sabrán, a Juan Coronel  Martín.

            La anterior Corporación, haciéndose eco del sentir popular, lo nombró Hijo Predilecto de la villa, le impuso su nombre al Recinto Ferial y encargó a un artista de la localidad la realización de un retrato suyo, que, desde entonces, preside la Sala de Plenos del Ayuntamiento.

            Desde aquí lo felicito y extiendo mi enhorabuena a su familia que lo ha recuperado, después de tantos años de abandono.

            Nos conocemos desde niños, como alumnos de la escuela de D. Guillermo López Ugena y además nuestras familias tuvieron una relación de aprecio, respeto y amistad. Desde aquí, un recuerdo cariñoso a su madre, que en gloria esté.

            Desde que empecé a ejercer como Juez de Paz en 1990, le he acompañado en casi todos los actos tradicionales de nuestro pueblo, como son los religiosos, sociales, festivos y culturales, del mismo modo que él ha estado presente en los acontecimientos más importantes de mi vida, tanto en los alegres como en los tristes :

            Visitando a mis padres en Huelva cuando han estado ingresados por enfermedad, en su homenaje como representantes de la Tercera Edad, en la enfermedad y muerte de mis seres queridos, en mi homenaje en la VI semana de Cultura, en mi boda con Chari, en el nacimiento y Bautizo de mis hijos, en el Homenaje de mi Jubilación en el Colegio Diocesano del Seminario de Huelva



 El Alcalde Juan Coronel y el Juez de Paz Cristóbal Carrasco, en un Corpus ya lejano.

            En el homenaje que se le dedicó nombrándole Hijo Predilecto de Bonares le recité un Soneto que le entregué enmarcado y que a continuación reproduzco:



                                   Por dedicarle el tiempo sin medida
                                   y postergar tu vida familiar,
                                   hoy Bonares te quiere a ti afiliar
                                   nombrándote Dilecto de por vida.

                                   Se dice que es de gente bien nacida
                                   lo que el pueblo te quiere dedicar,
                                   queriendo tu labor recompensar
                                   porque este pueblo es gente agradecida.

                                   Yo también te agradezco tu amistad
                                   en tiempos trascendentes de mi vida,
                                   ya fueran tristes o de felicidad.

                                   Y admiro tu responsabilidad,
                                   lo mismo que tu entrega desmedida
                                   y pido a Dios te dé felicidad.



            Al ser nominado el nuevo Recinto Ferial con su nombre le dediqué otro Soneto. Éste, no se lo recité ni entregué esperando este momento que ya tenía esbozado en mi mente.

            Lo transcribo a continuación :


                                   Ser de tu pueblo Hijo Predilecto
                                   es un honor que llenará tu vida,
                                   mirar feliz la experiencia vivida,
                                   con perspectiva, con distancia y afecto.

                                   Al dar tu nombre a un Recinto perfecto,
                                   quieren pagarte la acción ejercida,
                                   una forma de ser agradecida
                                   de tanta gente de corazón recto.

                                   Que tengas una vida bendecida,
                                    que la felicidad llene tu casa,
                                   creo que tú la tienes merecida.

                                   Tu nombre, Juan, a nuestra historia pasa,
                                   pues tu labor al ser reconocida,
                                   como legado a tu tiempo rebasa.

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