LA MENTE NO DESCANSA SOBRE TEMAS DEL TIEMPO,
DEL ALMA Y DEL CORAZÓN : QUÉ SOMOS, DE DONDE
VENIMOS, A DÓNDE VAMOS...?
SEGÚN EL ESCRITOR Y POETA ANTONIO RIVERO
TARAVILLO (MELILLA, 1963), LA POESÍA SURGE
DE LA INSATISFACCIÓN POR LO QUE YA NO SE
TIENE, POR LO QUE HOY NO SE ALCANZA,
POR EL MIEDO AL FUTURO.
PARECE QUE HA LEÍDO MIS SONETOS TITULADOS
"TEMPUS FUGIT".
A
Ilusiones que
se van despeñando
al precipicio
oscuro de la vida,
dejando a la
esperanza desvalida
y al corazón,
dolorido y sangrando.
¿Qué hacemos
quietos, fríos ,esperando,
sin intentar
buscar la amanecida,
reescalar la
pared, nueva subida
y arriba otra
vez, siempre luchando?
Como el ánimo
sube y también baja,
al fin del
tiempo, como línea quebrada,
como un juego
de azar, una baraja.
Lo previsto
en la vida no siempre encaja
y conviven la
noche y la alborada,
el maleante, el vago y quien trabaja.
B
Somos hojas
movidas por el viento,
no sabiendo
donde terminaremos,
como será el
futuro, que veremos,
pues todo es
puro desconocimiento.
La duda nos
corroe el pensamiento,
si queda
mucho o pronto acabaremos.
¿La próxima
Navidad aquí estaremos
o terminará
antes nuestro momento?
Un nuevo
regalo es cada día,
que la rutina
no nos deja ver,
y el tren
sigue despacio por su vía.
Pero el
tiempo muy rápido seguía,
nadie, jamás,
lo pudo detener,
ni el que
grandes riquezas poseía.
C
Un gran miedo
tengo a la enfermedad
que te cambia
la vida en un instante,
poniéndote un
espejo por delante,
encarándote a
tu fragilidad.
Consciente de
la fugacidad,
de que el
tiempo vuela, va galopante,
que no se
para, que es itinerante,
que
llevarnos es su finalidad.
Para los
míos tiempo necesito
lo mismo que
salud, pues queda poco,
si me da lo
pedido, todo un hito.
La
ignorancia del fin me pone loco
y pensar en
desgracias siempre evito
y lo bueno
en mi mente yo coloco.
Horas de
soledad paso yo al día
como águila
imperial oteando el cielo,
quieta en su
nido, sin iniciar el vuelo,
buscando el
alimento de su cría.
Yo busco los
“ porqués”, con primacía,
a las
tinieblas, destrozar el velo,
a la moral,
elevarla del suelo,
de la ética,
ser la portavocía.
La lucha
siempre es conmigo mismo,
caerme y
levantarme es cotidiano,
ser
magnanimidad, ser egoísmo.
Bañado de
ilusión o pesimismo,
un día
reflejas la luz del sol
y otro la
negritud de un hondo abismo.
E
¿Qué habrá al
otro lado de mi espejo?
Del tiempo,
¿quién frenará su carrera?
¿Cuánto
estará la muerte a la espera?
¿Por qué de
lo terreno no me alejo?
El ser humano
es un ente complejo,
un día feliz
y otro en que desespera,
como Sinatra,
él vive a su manera,
aquí cojo la
suerte, allí la dejo.
Las dudas
ensombrecen el futuro,
el caos se
apodera de la mente,
vivir el
ocaso suele ser duro.
Siempre
pensando en el bien de su gente,
se va
quedando en un rincón obscuro,
para no
molestar, calladamente.
F
¿Puede
morirse el alma de apatía?
¿La eternidad
vencida por la muerte?
¿O la
debilidad ganando al fuerte?
¿O si la
helada nieve quemaría?
La mente con
la duda a porfía
debatiendo a
que lado detenerte,
de pedir todo
al otro o de ofrecerte,
es el
vivir, el pan de cada día.
Si de mí no
saco la fortaleza,
de mi familia
yo la tomaré,
su diligencia
contra mi pereza.
Como sé que
con ella contaré,
no podrá
causar en mí la extrañeza
las conductas
que de hecho cambiaré.
G
Me
realizo, Sonetos escribiendo
de
sentimientos que inundan mi mente,
que manda al
corazón directamente,
que junto con
el alma, está sintiendo.
Quiero
expresar lo que yo estoy viviendo
mientras el
tiempo corre hacia el poniente,
que mi futuro
sólo es mi presente,
que mejor que
haber sido es seguir siendo.
¿Por qué
expreso mi ansia en la poesía?
¿Por qué el
estrés combato meditando
si siempre
el mal y el bien van a porfía?
No sé muy
bien que estoy yo esperando,
si el
desengaño va tras la alegría
y el día a la
noche despertando.
H
¿Por qué no
disfruto de vino y rosas,
al creer que el
tiempo es perecedero?
Pensando en
un futuro cicatero
entierro mi
presente bajo losas.
Las horas de
hoy en día son hermosas,
como la flor
que adorna el macetero,
como un
grupo de amigos, placentero,
como alegran
la vida bellas cosas.
Si no por mí,
por mi familia al menos,
he de luchar
por beber la ambrosía
de la que sus pechos están rellenos.
Junto con
esperanza y alegría,
consiguiendo que
afianzados estemos
y en nuestro
hogar reine ya la armonía.
I
La vida es
una rampa, es cuesta arriba,
cuesta sudor
subirla poco a poco,
si cargas
mucho peso es que estás loco,
al más
fuerte, al más recio, lo derriba.
Si no hay
meta, si vas a la deriva,
si por los
vaivenes mi vida troco,
si fuera del
camino me coloco
pronto llega la Parca con su criba.
La gente de
mi edad los nichos llenan,
otros con
antelación ya han partido
o viviendo
con la enfermedad penan.
Pronto nada
será lo que ya ha sido,
trompetas
apocalípticas ya suenan
y nuestro
porvenir ya está asumido.
J
¿En qué
consistirá el estar muerto?
¿Sin dejar
rastro, desaparecer,
para
pudrirnos en la tierra yacer
o es un viaje
que nos lleva hacia un puerto?
Para el ateo
es un axioma cierto
que no hay
nada tras el fenecer,
para el
cristiano hay un amanecer,
un oasis
eterno en un desierto.
Y con este
dilema hay que vivir:
la vida
eterna unos afirmando,
otros negando
vida tras morir.
Y los que
esperan el alma gozando
y los que
esperan la nada venir,
puedan ir siempre
juntos caminando.
K
En el borde del tiempo
ya sentado
viendo pasar
la vida a la carrera
hacia la
cierta meta venidera
que el
incierto destino ha colocado
Sin notarlo
el otoño me ha alcanzado
y el invierno
paciente está a la espera,
atrás quedó
lejos la primavera
con su largo
verano amortizado.
Hechos diversos que han ido pasando,
viaje atrás de
los vividos eventos,
buenos y
malos se han ido alternando.
Pero la vida,
en fin, con sus portentos
merece ser
vivida disfrutando
de los hechos
que alegran los momentos.
L
Si en tu otoño ya ves
como te adentras
viendo al
final del túnel el invierno,
sufre tu
corazón, tu fuero interno,
lo lejos de
tus hijos que te encuentras.
En dejarlos
ya hombres te concentras,
tiempo y
salud le pides al Eterno
y que aleje
de tu mente el infierno
de dudas y de
miedo en que te centras.
La enfermedad
se ceba en los que quieres,
el accidente
espera agazapado,
¿y tu fe? :
¡no mueres porque no mueres!
Y además tu
quieres dejar atado
el curso de
la vida de tus seres
y sigues en
tu lucha esperanzado.
Cuando la fuga del tiempo vas viendo,
cuando el camino se va terminando,
cuando el poniente estás divisando,
cuando los años te van consumiendo.
Cuando el cansancio te va invadiendo,
cuando las fuerzas se van acabando,
cuando las cosas se van olvidando,
cuando los hijos aun están creciendo
pides a Dios que te alargue la vida,
quieres dejar la familia encauzada,
quieres alborada en la atardecida.
La espada de Damocles detenida
sueña el alma despierta, esperanzada,
negándose a vivir la despedida.